SIN SALIDA crítica: El mitito de Bourne

El mitito de Bourne Conozcan al hermanito pequeño de Jason Bourne tras quitarse la piel de hombre lobito para la ocasión Por Anna Bou

<Nunca fui de esas adolescentes que se ponen a cuatro patas con la libreta de autógrafos en la boca delante del ídolo de turno. Ni nunca le pedí a ningún actor un hijo efímero mientras me aproximaba a él por si una gota de su sudor caía cual “Río Bravo” por mi wonderbra perfectamente engrasado. Pero si yo no fuese yo y, si siendo no-yo fuese adolescente, sin lugar a dudas ahora mismito bebería los vientos por Taylor Lautner. En plena fiebre adolescente llega Abduction, aquí traducida como “Sin salida”, lo que demuestra, otra vez más, el alto nivel de chapapote lingüístico traduciendo títulos. Pues eso, los (y sobretodo “las”) adolescentes pueden estar felices porque aquí va una peli  de teens pero con acción neuronal y no tan sólo una trama para subir líbidos con granos, léase Crepúsculo and family.  Adolescentes del mundo, las cosas pueden cambiar, adolescentes del mundo, YES, YOU CAN.
 
   En Abduction (Sin salida) el prota es el ya mencionado Taylor Lautner, el lobito crepusculero, que quiere demostrar al mundo no tan sólo que es mucho más que un pecho lobo, sino que también pasa de Bella, la lánguida petarda. Por ello la película es una copia adolescente de El mito de Bourne: chico descubre que sus padres no son sus padres y entonces salta la cascada de preguntas metafísicas: ¿quién soy yo?, ¿por qué?, ¿quiénes son mis padres verdaderos?, y ¿por qué coño estos tíos me persiguen?...

"¿Te das cuenta? Hasta utilizando un boli como arma mientras mea somos iguales"

   De hecho esto sucede a los veinte minutos de proyección, porque antes es pura presentación de personajes sin nada remarcable a la vista, todo al contrario, pues la sensación es de que la peli será otra tontería padre (chico cuya chica de los sueños va con el típico pijorro pero ella le mira de soslayo y entones él la mira...). Eso sí, después de estos 20 minutos el director pone la directa, no está para hostias y va directo al grano que da miedo (Taylor le dice a su madre: “¿Es verdad que no eres mi madre?”. “Sí, es verdad”. Así sin rodeos, acojonante la rapidez de la madre en admitirlo, sin un pequeño disimulo sentimental).

   En fin, es a partir de este momento que empieza la acción: todo quisqui persiguiendo al chico sin saber ni por qué, ni dónde, ni cuándo. Todo muy Bourne: las imágenes de Taylor huyendo por exteriores y los malos intentando localizarlo desde el interior de sus despachos, alguna conexión foránea para poner en pantalla el nombre de una ciudad lejana con letras de calculadora en el margen inferior derecho, algun flashback esclarecedor, incluso la música algunas veces, hacen del producto un calco de Bourne. Incluso el director parece admitirlo importándole un carajo las comparaciones, pues en una escena en que los chicos protagonistas chatean buscando parecidos reales, mencionan el nombre de Matt Damon... Con un par.

   Todo Bourne sin la elevada brillantez del Bourne, pero si se restan los 20 primeros minutos, la película tampoco es para cargársela, en el fondo firmaríamos para que todas las pelis para adolescentes fuesen como ésta. Es ágil, con buenas escenas de acción, con perspectivas, fresca y con un actor que ojo al dato. En lo que falla totalmente la peli es en la chica, pues ni Lily Collins es Franka Potente ni Matt Damnon iba todo el día enganchado de la chati. Aquí sí, y total para calentar al todavía verde personal femenino que se nos pone calentorro cuando Taylor se acerca a Lily para darle un beso más de garrafón que de tornillo. O como cuando él le pone el dedo meñique debajo de la camiseta y ella le dice: “Ahora no, mejor cuando lleguemos”… ¡Angelicos!

   Total, el personaje de la chica sobra rotundamente. Siempre poniendo las chicas con calzador con papeles absolutamente imbéciles (Prince of Persia, Piratas del Caribe...). Estamos antes un nuevo concepto: antes había las chicas florero, ahora hay las lastres florero.

"¿Recuerdas Doble impacto de Van Damme? Pues cuando nacisteis Jason y tú hicimos lo mismo"

   ¿Y cómo está Taylor Lautner? Pues queda la mar de bien. Decidido a quitarse la etiqueta crepusculera, el chico luce en esta peli de acción. Con su cara de medio mohicano, este americano de la estepa no tiene un físico relamido ni hace mohines empalagosos (de hecho ya dijimos en Venusville que se come al Pattinson en la saga Crepúsculo). Este chico tiene magnetismo juvenil. Ya quisieran muchos actores teens tener su gancho. Mario Casas (El barco) por poner un ejemplo a lo ibérico, comparable en edad y musculitos, es, a su lado, un souvenir de actor, un quincorro de barrio que como mucho puede aspirar a ver su nombre en el Paseíllo de la Fama de Vallecas, ése que se encuentra al lado de los afters, donde van las chonis.

   En fin, que el chico promete. Está claro que tendremos más Bournito, eso seguro. Y tal como decía al principio: si yo no fuese yo y fuese adolescente, fijo que me molaba el Taylor Lautner. Lástima Taylor, has llegado tarde./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Copas de yate
		Recomendada por Kuato a: los padres. Nada como un buen entreaniemto de lucha libre de buena mañana, a tortazo limpio, para quitarle la resaca a tu hijo.
		No recomendada por Kuato a: todo aquel que pueda presentir que sus padres no son sus padres... mejor calladitos, no la liemos.
		Ego-Tour de luxe por: Sigourney Weaver como salvadora oficial. Cuando uno la ve desea que coja ella las pistolas y se los cargue a todos, querida Mrs. Ripley.
		Atmósfera turbínea por: la gravísima amenaza que le lanzan a Taylor: “Si no haces tal, mataremos a todos tus amigos de Facebook”. No sé exactamente por qué, pero me descojono.