EL ÚLTIMO EXORCISMO PARTE II crítica: Exorcismus Interruptus

Exorcismus Interruptus

Llegan de nuevo las contorsiones corporales
más acrobáticas desde las del Cirque du Soleil

Por Beto

<Maldito sea el día que se le ocurrió al lumbreras de turno poner un número tras el título de una película para referenciar una saga. Siempre he aborrecido esta práctica por varios motivos: a) falta de originalidad; b) estéticamente queda horripilante; c) se aprovecha este truco para darnos gato por liebre respecto la entrega original. El último exorcismo Parte II cumple todos estos requisitos, aunque el que nos tiene que preocupar sobre todo es el tercer apartado. Aprovechando el título de un found footage de éxito como fue la película que dirigió Daniel Stamm, donde un sacerdote dejaba testimonio de sus exorcismos fraudulentos antes de encontrarse con uno real amparado por una secta satánica que nos dejaba muy mal cuerpo, nos llega esta segunda entrega que abandona el formato de metraje encontrado y se aferra a Ashley Bell, la protagonista de la primera entrega, que parece que ha huido de la secta de marras para justificar la continuación de la historia. Tras su huída es internada en una residencia de acogida junto a otras chicas descarriadas y el resto es fácil de prever.

"Para el Cirque du Soleil no sé, pero para el `Tú sí que vales`, valgo seguro"

Si nos olvidamos de lo irónico del título (último exorcismo y segunda parte son términos un poco discordantes), y nos tragamos que la protagonista se escapó de la secta (que no del demonio que la poseía, así que aquí algo no cuadra), nos adentraremos en una historia anodina, aderezada con los referentes habituales del género (teléfonos que suenan desconectados, perros que ladran sin motivo aparente, inscripciones de protección ocultas tras cuadros, alucinaciones diversas, contorsiones que ya quisieran realizar los miembros del Cirque du Soleil…), que se van sucediendo a lo largo de tres cuartas partes del film sin que pase nada destacable (esto es lo grave). Bueno, sí, Ed Gass-Donnelly (así se llama el director de este bodrio), piensa que incluyendo cuatro sustos de aquellos que te pillan por sorpresa ya cumple con el expediente. Pues va a ser que no...

"Nos adentramos en una historia anodina, aderezada con los referentes habituales del género, que se van sucediendo a lo largo del film sin que pase nada destacable"

De lo que se tendría que haber preocupado nuestro amigo Ed es de rodear a la protagonista de unos secundarios que le diesen empaque a la trama, ya que las vicisitudes anodinas de Ashley Bell no bastan para mantener el interés de la historia. Tanto el grupo de internas de la casa de acogida, como el medio noviete que se echa, e incluso el tutor de la casa, son personajes sin profundidad, con unos diálogos simplones sacados del telefilm más rancio de terror que te pueden echar un domingo por la tarde en televisión. La historia está poco trabajada, ya que hasta los últimos 20 minutos no aparecen los personajes más interesantes (por llamar interesante a algo), que se presentan además casi de sopetón y de una forma inverosímil, por no hablar del exorcismo de risa al que someten a la joven (durante más de una hora pensé que la película llevaría la palabra exorcismo en el título sin que hubiese uno realmente). De hecho, cuando vi que rodeaban la mesa del exorcismo con sal para que no penetrasen presencias malignas, por un momento creí que iban a entrar los hermanos Winchester de la serie Sobrenatural a ventilarse al colega de Azazel con su daga antidemonios. Vamos, que el guión está menos trabajado que las historias de Sly para Los mercenarios, que ya es decir mucho.

"No pienso salir hasta que Daniel Stamm regrese a la dirección"

Ni siquiera el esfuerzo por hacer recaer el peso de la película sobre Ashley Bell resulta. Está claro que se buscaba conseguir que Nell Sweetzer (así se llama la joven que huyó de la esa secta) apareciera como un personaje frágil, al estilo de Mia Farrow (palabras mayores) en La semilla del diablo pero con el toque paranormal de Sissy Spacek en Carrie. La prueba no es superada por Ashley Bell, ya que sus gestos y expresiones son demasiado forzadas, rayando en muchos casos la cara de bobalicona más que de chica frágil e insegura. Una lástima, ya que en El último exorcismo su papel acojonaba bastante, aunque el hecho de tener al lado a Patrick Fabian hacía que la atención no recayese sobre ella, y en otra cinta de temática totalmente diferente como The Day también lo bordaba como una ex-canibal en medio de un mundo post-apocalíptico. Si no hay tercera entrega de esta saga aún tiene tiempo de rectificar./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Condenada a alforfones



		Recomendada por Kuato a: Manuel Carballo. Su *La posesión de Emma Evans* es un peliculón al lado de esta película. No hay mal que por bien no venga.

		No recomendada por Kuato a: los que les va la marcha en las cintas de posesiones. Cuando empiece la acción ya estarán dormidos en la butaca como unos angelitos.

		Ego-Tour de luxe por: el paseo final en coche mientras arden vehículos y escaparates al paso de Nell. Ni que fuese El Motorista Fantasma.... Tan ridículo que hay que verlo.

		Atmósfera turbínea por: ver el video grabado del primer exorcismo en internet. Tan gratuito como innecesario.