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DEADPOOL 2 crítica: Menos de lo mismo

Nuestro mercenario bocazas vuelve en Deadpool 2 igual de gamberro pero menos frescales

CHEMA PAMUNDI

En un contexto en el que casi cada dos meses aparece un nuevo blockbuster de superhéroes o derivados (la misma saga de Star Wars está tirando cada vez más en esa dirección), hacía falta un tiparraco como Deadpool. Alguien que se burlara del estatus quo del género, que pusiera en solfa sus excesos épico-acartonados y que tocara la bocina recordándonos que la mayoría aplastante de títulos que se estrenan a día de hoy en cualquier multicine son, ante todo, excusas para vender palomitas, videojuegos y muñecos articulados. Además, Deadpool ocupa una cómoda posición de outsider (los derechos fílmicos del personaje siguen en poder de Fox) que le permite lanzar tartas por igual contra Marvel y contra DC, así como mantener un tono de violencia cafre y autoparódica que lo emparenta con cosas como Super o Kick-Ass. Un Deadpool radicado en Disney no se atrevería a decapitar y desmembrar a espadazo limpio con esa alegría; y en DC... bueno, la bochornosa Escuadrón Suicida ya nos sirvió como ejemplo suficiente de lo que DC entendía por “superhéroes gamberros”.

Dicho lo cual... ¿puede una película como la que nos ocupa contentarse con ser un remake de sí misma? Salvo por su trama de fondo y un par de giros de guión, esta secuela es indistinguible de la cinta original de 2016, y viceversa. Se puede ver la una sin haber visto la otra. Se pueden ver ambas en orden inverso. Se podrían ver, incluso, mezcladas. Dentro de cuatro o cinco años nos sorprenderemos dudando de si tal o cual pelea tenía lugar en Deadpool o en Deadpool 2 (o en Deadpool 5, me temo). No hay, no puede haber, evolución en un personaje caricatura como éste, cuya única razón de ser es deconstruir el género superheróico en clave de meta-humor (de hecho, uno de los patinazos de esta secuela es el tímido intento de hacer madurar al protagonista, de darle una serie de “valores morales” que sólo consiguen rebajar su mala baba y descafeinarlo un tanto). O sea, que Deadpool 2 es como una segunda ración de patatas fritas: las pides porque sabes exactamente el gusto que tienen. Lo que ocurre también con las patatas fritas, es que acaban empachando.

 

DEADPOOL 2

"La única razón de que estés aquí es que Tormenta no estaba disponible"

 

Así pues, eliminado de la ecuación el factor sorpresa, la única solución plausible para una peli sobre Deadpool que lleve un número en el título consiste en hacerlo todo más grande, más bestia y más loco que en la anterior entrega. Deadpool 2 es más extrema que su predecesora, para lo bueno y para lo malo. Eso significa que sus gags son mucho más exagerados, pero también que su guion es mucho más idiota. Es decir, que lo que ganamos por un lado lo perdemos por el otro. O al revés, según prefiramos ver el vaso medio lleno o medio vacío. Porque en el fondo, ¿a quién le importa el guión de Deadpool 2 cuando tienes una set piece tan gloriosa como la de la creación y primera misión del supergrupo Fuerza-X (lagrimones de risa), un chascarrillo tan gracioso como el que compara canciones de Yentl y de Frozen, o toda la escena de bonus post-créditos, en la que ya no es que Deadpool rompa la cuarta pared, sino que hace volar por los aires la quinta y la sexta?

"Salvo por su trama de fondo y un par de giros de guión, Deadpool 2 es indistinguible de la cinta original de 2016, y viceversa"

Aún así, hay que decirlo todo; y no, el guion de Deadpool 2 no engancha. Quizás sea por comparación con el acertado tratamiento que el MCU ha sabido dar a sus personajes menores (desde Ant Man hasta Black Panther), pero la trama doble de Deadpool vengándose de los malos que le han vuelto a hundir la vida (sí, otra vez), y su empeño en proteger a un niño superpoderoso, son peripecias muy menores que apenas interesan como excusa para desenvainar las katanas; ni aunque metas en el túrmix a Cable, Domino, Coloso y Juggernaut; ni aunque las peleas (tan bien coreografiadas como poco imaginativas) se sucedan a ritmo alto; ni aunque mantengas la ametralladora de chistes disparando en ráfaga constante incluso cuando el personaje está de bajona emocional. Deadpool 2 es sencillamente un producto que no vamos a ir a ver por lo que nos cuenta, sino por cómo nos lo cuenta; y, bueno, lo cuenta de manera entretenida si no eres demasiado exigente.

 

DEADPOOL 2

"Que no me los toquen mucho, que me pongo de Thanos y los desintegro"

 

Deadpool 2 asume los problemas narrativos que conlleva esa fórmula de “el guión es lo de menos”, y en vez de intentar vadearlos los atraviesa como un tren de mercancías arrollando a un rebaño de ovejas (las ovejas, en este símil, son los espectadores). Si en la primera película los personajes ya hablaban mucho, en esta hablan demasiado, hasta el punto de que algunos gags se acaban rompiendo por exceso de punchlines. Ryan Reynolds vuelve a estar estelar en el papel principal, pero chupa tanta atención que todos los demás personajes quedan de lo más desdibujados (y eso, en el cine de superhéroes, nunca es deseable: como mínimo el villano tiene que resultar igual de interesante que el héroe). Los meta-chistes estilo “somos personajes ficticios y esto es un tebeo” se repiten tanto que se vuelven previsibles.

Los autores de Deadpool 2 saben bien el tipo de material con el que están jugando, y eso es bueno, pero al cabo de la calle dicho material deja ver todas sus limitaciones, y eso nos hace preguntarnos cuántos Deadpools más nos tragaremos antes de darnos cuenta de que al personaje no le queda cuerda, de que en el fondo está reciclando el mismo gag una y otra vez, una y otra vez. La saga corre el riesgo de acabar como esos tipos a los que les han dicho demasiadas veces los chisposos que son, y que se pasan toda la cena contando chistes hasta hacerse embarazosos. De momento le seguiremos riendo la gracia porque nos cae bien el personaje y nos cae bien Reynolds, pero para la próxima no estaría de más que subieran el listón de autoexigencia.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: quien disfrutase con Deadpool y esté dispuesto a ver tres, siete o doce entregas más de las aventuras del mercenario bocazas.

No recomendada por Kuato a: quien tenga mala memoria para recordar películas. Si has visto Deadpool, en cierto modo es como si ya hubieras visto Deadpool 2.

Ego-Tour de luxe por: quizás la mejor escena post créditos de la historia de las escenas post créditos.

Atmósfera turbínea por: los efectos especiales, sorprendentemente cutres. El CGI de Coloso, sobre todo, es un pegote.

 

DEADPOOL 2. "Deadpool 2" (2018). Director: David Leitch. Guión: Rob Liefeld y Fabian Nicieza. Reparto: Ryan Reynolds, Josh Brolin, T.J. Miller, Zazie Beetz, Morena Baccarin, Julian Dennison, Brianna Hildebrand, Stefan Kapicic, Leslie Uggams, Karan Soni, Terry Crews, Bill Skarsgard, Lewis Tan y Brad Pitt. Estreno en Venusville: 18/05/2018.

 

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