<Entremos de lleno en el terreno de la especulación. La quinta entrega de las aventuras del analista militar Jack Ryan (recordemos que las otras cuatro fueron La caza del octubre rojo, Juego de patriotas, Peligro inminente y Pánico nuclear) lleva ya dos o tres años en el dique seco. Dos o tres años durante los cuales se ha reescrito numerosas veces el guión (la última versión la firmó David Koepp), se han barajado diversos directores para el papel (Sam Raimi estuvo bien cerquita de firmar, y Jack Bender acaba de abandonar el barco tras unas larguísimas negociaciones), y se nos ha asegurado que Chris Pine había dado su visto bueno para interpretar el papel protagonista cuando fuera que le llamasen. Sin embargo, de momento naranjas de la china. El proyecto sigue tan congelado como siempre.
Pero ahora parece que Kenneth Branagh podría ser el inesperado desatascador para esta incómoda situación. Según rumores, los directivos de Paramount estarían encantados de poner el reboot de la serie en manos del director de Thor (tiene gracia que un autor que ha obtenido toda su fama a base de adaptar obras clásicas de Shakespeare sea ahora la gran esperanza para salvar una saga de tecnothrillers de acción). Branagh de momento no se ha manifestado al respecto, pero por los pasillos de la Paramount se comenta que le van a hacer una oferta “que no podrá rechazar”.
La nueva película se llamaría simplemente Jack Ryan, y lejos de adaptar ninguna nueva novela de Tom Clancy sería un guión original, que narraría los primeros años del personaje como analista de la armada y proto-héroe americano. El factor “reboot” vendría dado por el hecho de que la película no estaría ambientada a finales de los años setenta (que es cuando hubiese tocado, a nivel cronológico), sino durante nuestros días.
A ver, ¿hacen falta más pelis de Jack Ryan? Probablemente no, el personaje ya ha dado todo lo que podía dar de sí (gracias a él, Tom Clancy ha ganado más panoja de la que podría gastar en tres vidas; incluso se ha instalado un tanque en el jardín de su casa). Además, ningún nuevo título va a tener la fuerza de La caza del Octubre Rojo ni ningún actor va a poder igualar el carisma campechano de Harrison Ford en la segunda y tercera entregas de la saga. Con todo y con eso, hay que reconocer que las películas de Jack Ryan solían ser muy entretenidas: eran como filmes de Bond más cerebrales, menos gamberros e infinitamente más fachas. Así que en el fondo, oye, a la porra la coherencia y bienvenido sea cualquier intento de reflotar la franquicia./>
"Lo siento Alec, pero de ti nadie se acuerda"
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