OSCARS 2012 noticia: Pa negre, el lado oscuro de los Oscars

<Pues sí, como en no podía ser de otra manera, la película Pa Negre de Agustí Villaronga ha sido la elegida para la previa de los Oscars imponiéndose a La piel que habito, de Pedro Almodóvar, y a La voz dormida, de Benito Zambrano. Si una película recibe todos los premios de la academia local, incluso los que no existen ergo, como diría el filosofo, debe de ser la elegida para cruzar el charco y ser presentada en la meca del cine.

Sin embargo, la noticia en sí nos da un poco lo mismo. Servidores no podemos valorar a dicha cinta porque a uno le corresponde ser sincero y no se puede emitir un juicio más allá de lo bien que nos sentó el sueñito reparador a mitad de la película. ¿Porque era un rollo? ¿Porque estábamos hecho polvo? ¿Por un exceso de drogas antes de la sesión? ¿Por todo a la vez?

La gran cuestión es por qué mientras la sección oficial, o sea la suya y la de su pelis, se dedican a premiar y a nominar casi siempre a producciones que han costado una buena pasta (no están todas las superproducciones, pero casi todas las que están, excepto algún toque exótico, siempre han costado una pasta), por qué entonces en la sección de lengua foráneas siempre llevan un elenco de obras que dejan a la Seminci con la etiqueta de criterio de cine comercial.

Quizá allí, en la meca, que de tontos no tienen un pelo, pues tienen claro que solo sirve para que algún director aborregado le de por hacer una exhibición de rancio patriotismo, o quizá a lo que se dedican es a premiar la evidencia de cómo en el resto del mundo no se les va a ocurrir hacer una película que les pueda inquietar ni siquiera un poquito en la taquilla.

Porque, al fin y al cabo, no dejan de ser los mismos quienes son capaces de dar un Oscar a Volver a empezar y a Kevin Kostner como director de Bailando con lobos. Uno no acaba de entender cómo se tragarán todos los tostones que les llegan de todas partes del mundo, un mundo empeñado en enviar a la soleada California las películas más lentas, dramáticas, hasta compungidas algunas, para regocijo de los productores que, morenitos, saborean una copa convencidos que de momento no hay amenaza para su industria./>