Categorías

GHOST RIDER: ESPÍRITU DE VENGANZA crítica: Yo sólo lo hago en mi moto

   

Yo sólo lo hago en mi moto

Vuelve Nicolas Cage como Johnny Blaze con
una moto que chirría aún más que la primera

Por Ray Zeta

 

<Creía que con la nueva era que se está viviendo en Marvel con el star-superhero-system vengador (Iron Man, Iron Man 2, El increíble Hulk, El capitán América, Thor, Los Vengadores), y todas las precuelas y reboots que están en actual preparación o lista de espera (X-Men: Primera generación y The Amazing Spiderman son la avanzadilla que preceden a los nuevos Los 4 Fantásticos, Daredevil, y varias de X-Men y X-Men: Origins entre otras), nos habíamos librado de una vez por todas de la caspa superheroica marvelera que nos azotó durante la década de los 2000, en la que parecía que las pelis de superhéroes Marvel se facturaban como si de una cadena productora de rosquillas se tratara. Y con esto no me refiero a los X-Men de Bryan Singer o a los dos primeros Spider-Man de Sam Raimi, que juntamente con los Batman dececomiqueros de Christopher Nolan sentaron bases de renovación en el género, sino que me refiero por supuesto a Hulk, Daredevil, Elektra, Los 4 Fantásticos, The Punisher, X-Men 3, Spider-Man 3 y demás producciones fallidas o segundonas.

   Y a Ghost Rider claro, que llegó en 2007 oliendo a gasolina rancia de la mano de Mark Steven Johnson y del flequillo postizo de Nicolas Cage, y que contra todo pronóstico vistos sus resultados artísticos, ha regresado ahora de las (cuatro) manos de Mark Neveldine y Brian Taylor, y de un Nicolas Cage sin flequillo aunque todo él aún más postizo si cabe, con la moto totalmente petada. Un Ghost Rider que como en la primera parte vuelve a pasarse por el forro la ambigua esencia humorístico-despiadada del personaje del cómic pese a combinar sin complejos tanto las características conceptuales del Johnny Blaze de los 70 como las del Danny Ketch de los 90, en pos de facturar un producto de acción juvenil que siguiendo las tendencias actuales marcadas por títulos como los Alien VS. Predator y los Resident Evil, va más destinado a un público consumidor de videojuegos que cómics, imponiendo el artificio y la casquería a la consistencia de la historia.

 

GHOST_RIDER_2_crítica_3

Nicolas Cage, más Jack Skellington que Johnny Blaze

 

   Y eso que al principio consigue funcionar como peli de acción gracias a unas briosas escenas dirigidas con nervio por los responsables de los primeros Crank, no exentas de cierto humor gamberro (la caída de Idris Elba a cámara lenta hacia atrás disparando, cual Trinity o Alice de turno, la pasaremos por alto). Ver al Motorista cual justiciero de la noche combatiendo a bandas de delincuentes a cadenazos, como Superman o Batman enfrentándose a “pillos” por “Villa Chica” y “Ciudad Gótica”, hasta tiene su gracia, pero ay, que a la que introducen en el guión la trama sobrenatural, todo lo bueno conseguido se va a pique tan rápido como Johnny Blaze realizando en su moto un triple salto mortal enseñando el culo ante 22.000 personas (J.B. dixit), tanto por argumento como personajes, hasta alcanzar cotas directamente ridículas (sí, aún más incluso que la primera parte).

 

  "Si bien al principio consigue funcionar como peli de acción gracias a unas briosas escenas, luego se estropea hasta alcanzar cotas directamente ridículas"  

 

   Porque si la primera parte aún tenía algún punto en común con el cómic al ir de guerras de demoniejos, con Mephistopheles utilizando al Motorista para combatir a su hijo Blackheart, en ésta Mephisto se nos pone cachondo y, al igual que en La semilla del Diablo y La profecía, tiene un hijo con una mortal (y nada menos que con Violante Placido confirmando que es cierto eso de que sabe más por viejo que por diablo) a cuyo cuerpo migrará la hora y la noche señalada por una profecía. O sea, que la premisa de esta secuela es la de una profecía con niño, lo que si a que es tan poco original como que Nicolas Cage ponga cara de loco haga el papel que haga (por 25 pesetas, dígannos títulos de películas de profecías con niño Elegido, un dos tres venusresponda otra vez), le añadimos que durante toda la peli diversos actores con porte de estreñidos van pronunciando con voz grave frases lapidarias del estilo de “Según la profecía el día es mañana” o “El chico debe morir”, ya pueden ir intuyendo por dónde van los tiros y cómo será la calidad global del producto.

 

GHOST_RIDER_2_crítica_2

De uno en uno o de tres en tres, ridiculizarlos a todos qué fácil es

 

   Pero eso no es lo peor, pues si solo fuera esto aún podríamos darnos por satisfechos. Lo peor es que los personajes defensores y detractores de dicha profecía son como les decía tan ridículos, que encima de cornudos nos convierten también en apaleados. Primeramente por Mephistopheles (llamado Roarke para la ocasión), que si bien la presencia de Ciaran Hinds podría dar el pego físicamente, el personaje va derivando hasta un sketch de “La hora de José Mota” por irse descomponiéndose como se descomponía el siervo de Eddie Murphy en Un vampiro suelto en Brooklyn; segundamente por Johnny Whitworth, el detective Berkeley de CSI: Miami, a quien el diablo convierte por la cara en un siervo albino con el poder de desintegrar lo que toca, que cualquiera diría que es un sosias de Jeremy Irons en La máquina del tiempo; y por último Christopher Lambert, que si el otrora Connor MacLeod no había caído ya bastante bajo con las patéticas caracterizaciones de Mortal Kombat y Druidas, aquí riza el rizo como monje rapado tatuado con sotana de payaso de la tele, demostrando que solo un borracho de saloon al que se le introduce una moneda en una escupidera puede resultar más humillado.

   Y todos ellos confluyen en un clímax en el que tiene lugar una ceremonia satánica como la de El secreto de la pirámide o La novena puerta pero infinitamente peor dirigida (Neveldine y Taylor no son precisamente Barry Levinson y Roman Polanski), con un Nicolas Cage tan empanado por haber rodado cinco películas el mismo año (En tiempo de brujas, Furia ciega, Bajo amenaza, la inminente Seeking Justice y ésta), que cualquiera diría que ya no sabe ni qué personaje está interpretando (para mí que al ver la ceremonia satánica, aún debía creerse que se trataba de Furia ciega), y por ello lo resuelve como todos a base de sus tics y jetos de psycho habituales, protagonizando unas escenas de acción que a excepción de las iniciales citadas, resultan tan planas como previsibles (como lo de perder los poderes para volver a recuperarlos), demostrando que si como decía en la primera parte no se puede vivir con miedo, sí que se puede vivir sin vergüenza./>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Condenada a alforfones
     
     
 

Recomendada por Kuato a: todos los que tengan curiosidad por saber cómo es una meada del Motorista Fantasma.

     
  No recomendada por Kuato a: espectadores que tengan en buen recuerdo pelis satánicas como La semilla del Diablo o La profecía. Este Ghost Rider está más cerca de Al diablo con el Diablo.
     
  Ego-Tour de luxe por: Idris Elba confesando a Johnny Blaze mientras privan vino en las bodegas del Santuario. Yo para la parroquia de mi barrio quiero un cura que dé misa de la misma manera.
     
 

Atmósfera turbínea por: cómo se realiza la pérdida de poderes. Encerrándolo bajo llave para que no pueda salir igualito que a un yonky para que supere el mono.

 

 

¿Desea saber más?


   

> GHOST RIDER: ESPÍRITU DE VENGANZA ficha

> GHOST RIDER: ESPÍRITU DE VENGANZA imágenes

> GHOST RIDER: ESPÍRITU DE VENGANZA tráiler


   

> GHOST RIDER: ESPÍRITU... crítica: Yo sólo lo hago en mi moto

Vuelve Nicolas Cage como Johnny Blaze con
una moto que chirría aún más que la primera

Por Ray Zeta


   

> GHOST RIDER: ESPÍRITU DE VENGANZA artículo: Cage Rider

Apostamos que como a Bela Lugosi con Drácula,
Nicolas Cage acabará creyéndose Ghost Rider

Sony Pictures


   

> GHOST RIDER: ESPÍRITU... premiere: Espíritu de constancia

Con Nicolas Cage asistiendo a las Comic-Con para
poder llegar a fin de mes sin robar ninguna cartera

Comic-Con


 

Facebooktwittermail

3 Respuestas

  1. Anónimo
    JOSÉ BLANCO REYES<br />Nada bueno, más allá de un producto bien facturado estéticamente. La prueba la tienes en sus dos primeros Batmans, que ninguno de los dos ha resistido correctamente el paso del tiempo (el primero cayó en gracia por ser la novedad y el segundo ya fue considerado aburrido y falto de ritmo cuando se estrenó). Por eso tenemos suficientes pruebas ara jugar al what if y suponer que no hubiera salido algo mucho más diferente. Otros directores como Christopher Nolan o Bryan Singer demostraron que cuando se pusieron al frente de sus respectivos proyectos, lo hicieron por y para el proyecto, en cambio Tim Burton se lo lleva todo a su terreno y es un terreno que cada vez más sorprende menos por relevarse plano y falto de enjundia. Mira también El planeta de los simios y Alicia. Su Superman no hubiera salido mucho más diferente.
  2. Anónimo
    Víctor Parkas<br />A Nicolas Cage le puede más su condición de fanboy (su colección de cómics quita el hipo) que la seriedad a la hora de elegir sus trabajos. Lo de Ghost Rider no es más que el subterfugio que utiliza para quitarse, con más pena que gloria, la espinita de no haber podido interpretar a Superman en el proyecto fantasma de Tim Burton. Lo que pagaría por conocer qué hubiese salido de ahí.
  3. Anónimo
    JOSÉ BLANCO REYES<br />Sin palabras. Tal como dices, Zeta, un mojon importante como no veiamos desde ELEKTRA y el mismo primer GHOST RIDER. Nicolas Cage debería retirarse un tiempo y meditar sobre su carrera. No puede ser que alguien que haya trabajado con directores de la talla de Coppola, Scorsese, De Palma o Ridley Scott, se venda cual furcia barata a cualquier producción de serie Zeta (sin ánimo de ofenderte).

Agregar comentario