Remake de El cuervo con tan poco de El cuervo que parece más un episodio romántico de la saga After
Decididamente, hay ocasiones en las que los planetas se alinean en la línea equivocada. ¿Cuántos años ha estado Lionsgate intentando levantar el remake de El cuervo? Diez exactamente, diez años deshojando una margarita, ahora sí, ahora no, con más entradas y salidas de nombres que un vagón de metro a primera hora de la mañana, entre los que se cuentan Bradley Cooper, Tom Hiddleston, Luke Evans, Jack Huston y Jason Momoa entre los actores, y Juan Carlos Fresnadillo, F. Javier Gutiérrez (¿simpatía por los españoles?) y Corin Hardy entre los directores. Parecía que la producción de El cuervo había pisado mierda de perro, y no precisamente la de un Pekinés o un Chihuahua, pero al final, erre que erre, Lionsgate lo ha conseguido con Rupert Sanders como dire y Bill Skarsgard como prota… y se ha confirmado que la mierda de perro pisada era la de un San Bernardo o un Gran danés.
Porque no puede ser que un remake de una peli que a su vez se basa en un cómic, acumule tantos despropósitos por su afán de distanciarse de sus fuentes predecesoras. El cuervo de 1994 fue una peli la mar de molona pese a su simplicidad y a la dirección videoclipera de Alex Proyas, que funcionaba más que bien gracias al halo gotico, oscuro y sobrenatural que emanaba, y a una violencia comiquera en los asesinatos vengativos-justicieros que practicaba el protagonista, que hicieron las delicias de los frikis de la época (o sea nosotros mismos con 30 años menos). Y a una capacidad de síntesis siguiendo las líneas del cómic, que contaba una historia de venganza con apenas dos trazos: una pareja ha sido asesinada por una banda criminal, y la noche de Halloween de un año después (de ahí el maquillaje de clown), él resucita acompañado de un cuervo para vengarse de sus asesinos. Suficiente para hacer correr nuestra imaginación y nuestra baba.
"Si la espada no funciona, les pego las hostias que aprendí en Kill Boy"
En cambio El cuervo de 2024 se empeña en inventarse una historia que lo explique todo. ¿Recuerdan cuando en Los Goonies, los hermanos Fratelli le piden a Gordi que lo cuente todo, y él se lo toma tan al pie de la letra, que empieza a contarlo desde que iba al cole? Pues Rupert Sanders casi hace lo mismo, ya que nos cuenta la historia de la pareja protagonista con apuntes de cuando él era un niño, la ridícula trama criminal en la que ella está metida (motivo por el cual les asesinan), cómo se conocen, y cómo viven una historia de amor tan ramplona, ñoña y fifi que ni la de Love Story. De hecho, todos los cambios que El cuervo 2024 introduce en su guión, con respecto a El cuervo 1994 (y por ende al cómic), son tan desacertados como tener a Danny DeVito interpretando a James Bond. Porque este Cuervo ya no cuenta una historia de venganza sino una historia de amor, y una historia de amor adolescente tan tiktokera como un episodio de la saga After.
“Todos los cambios que El cuervo 2024 introduce en su guión con respecto a El cuervo 1994, son tan desacertados como tener a Danny DeVito interpretando a James Bond”
Y para más inri una historia de amor sosa, aburrida y sin química, que dura más de media película y que ni nos creemos, ni deja que nos creamos la set piece de la venganza cuando llega. Porque en esta ocasión no está perpetrada por un ser sobrenatural envuelto en un halo gótico oscuro y misterioso, sino por un joven inadaptado con cara de bobalicón que decide no completar el tránsito hacia el más allá, no para vengarse, sino para devolver a su amorcito a la vida. Lo que nos permite conocer un limbo inexistente en la primera versión, tan poco inspirado en su puesta de escena como la sala de espera de un dentista. Al igual que los villanos de la función, que en esta ocasión no son la banda de criminales del cómic, sino una pareja de pijos ricos maduritos totalmente inexplicados, y que encima uno de ellos posee un poder sobrenatural por la patilla a todas luces ridículo, que cualquiera diría que se trata de un homenaje a uno de los miembros de la Umbrella Academy.
"Si te preguntan, di que esto es el quinto episodio de la saga After"
Lo único que se salva de la peli aunque no salve la peli, es la set piece de la venganza. Ahí sí que Rupert Sanders lo da todo sin amilanarse para hacerla violenta y sangrienta para que resulte entretenida, y lo consigue plenamente a pesar de ignorar el halo fantástico tan representativo del personaje. Bill Skarsgard espada en mano abriéndose camino hasta su objetivo final cual Hit-Girl masculino, como quien va pasando pantallas de un videojuego, sin escatimar tajos a destajo. Lástima que dicha secuencia llegue precedida de un background de personaje tan anodino, y lo haga tan tarde, cuando el espectador está totalmente fuera de la película desde hace tiempo, repasando mentalmente la lista de la compra que realizará cuando abandone la sala. Y lástima también que el duelo final con el villano concluya de manera (una vez más) tan ridícula (¿cuántas veces habré utilizado esta palabra?), con un “más difícil por la patilla todavía”, como colofón a los despropósitos coleccionados en el metraje.
Hasta treinta productores ejecutivos salen acreditados en los títulos de créditos de El cuervo 2024 (¡treinta!), lo que revela la gran cantidad de manos por las que ha pasado el guión durante los diez años que ha estado dando tumbos por el estudio. Por eso no se entiende que se haya acabado aprobando, a no ser que Victor Hadida estuviera tan hasta los huevos del proyecto, que firmara el visto bueno a ciegas con tal de sacárselo de encima. Tiene delito que con tres secuelas y una serie que generó El cuervo original, yendo la franquicia de mal en peor en cada uno de sus episodios, este nuevo en forma de remake sea el peor de todos. Y es que igual que si a una patata le quitamos el color de patata, el olor a patata y el sabor a patata, nos quedamos sin patata, si a un cuervo le despojamos de su color negro, de su pico, de sus alas, de sus patas y de sus graznidos, y lo más importante, de su halo sobrenatural, oscuro y misterioso, del cuervo sólo nos queda el título.
INFORME VENUSVILLE
Venusentencia: Condenada a alforfones
Recomendada por Kuato a: quien crea que un cuervo es el pájaro amoroso de las transiciones del programa “First Dates”.
No recomendada por Kuato a: quien sepa que un cuervo es un pájaro negro, oscuro, misterioso y tenebroso.
Ego-Tour de luxe por: los espadazos de la ópera. Si eliminamos todo el metraje sobrante, queda un corto de cinco minutos cojonudo.
Atmósfera turbínea por: el poder sobrenatural de Danny Huston, tan injustificado como patillero.
■ EL CUERVO. “The Crow” (2024). Dirección: Rupert Sanders. Guión: James O’Barr, Zach Baylin, William Josef Schneider. Reparto: Bill Skarsgard, FKA twigs, Danny Huston, Laura Birn, Jordan Bolger, Isabella Wei, Sami Bouajila, David Bowles. ESTRENO EN VENUSVILLE: 30/08/2024.
VENUSRELACIONADOS


